¿Cómo atraemos cosas a nuestra vida?
Es importante saber, que nosotros somos seres integrales. Compartimos energía universal con otras personas, ya que vivimos bajo el mismo universo. Lo que le pasa al otro, me pasa a mí también. Porque no estamos hechos por separado. Y así, vamos sintonizando frecuencias según como estemos vibrando a nivel álmico y energético. Estas frecuencias pueden ser altas o bajas.
Las frecuencias altas
Las frecuencias altas las atraemos a nuestra vida, cuando vibramos en alegría, amor, plenitud, compasión, humildad. Las frecuencias bajas, es cuando por mucho tiempo, estamos en un estado de angustia, ira, culpabilidad, miedo, rencor o resentimientos.
Me he dado cuenta que las energías y las emociones no son buenas o malas. Son no más y existen para avisarnos de que algo tenemos que cambiar para sentirnos mejor.
Es relevante ser conscientes de nuestras creencias, actitudes, comportamientos y de cómo nos hablamos todos los días. Porque todo eso se manifestará en nuestro entorno y en nuestro hogar también.
Somos cuerpo, mente, emociones y también energía. ¿Les ha pasado que cuando van en la micro o en la calle, sienten que alguien los está mirando y se dan vuelta directamente hacia la persona que si lo estaba haciendo? Bueno, eso es energía pura. Nuestro campo áurico lo detectó primero antes que nuestra mente racional.
No es casual que tengamos los amigos que tenemos, que compartamos con la pareja que estemos, o que tengamos esos compañeros de trabajo. Todo se sincroniza perfectamente, para que podamos aprender y enseñar a los demás a través de nuestras experiencias.
Lo que siempre les hago saber a mis consultantes, es que va a depender de nosotros mismos el cómo nos sentimos respecto a algo. Lo que me afecta de mi entorno, lo que dejo que me perturbe del otro, o cuando inconscientemente me expongo a ciertas situaciones.
Amigándome con mis emociones y energías
Para ayudarnos a sentir mejor cuando estamos abrumados, yo les sugiero que revisen y reflexionen de dónde vienen esas emociones. Es natural por ejemplo sentir pena, miedo y rabia. El tema está, en que se queden en uno de manera constante y es ahí cuando nos enfermamos, enfermamos nuestra energía y nuestro cuerpo. El hecho de reprimir estas emociones y no expresarlas también nos aleja del bienestar.
Las emociones siempre nos enseñan. Preguntarse, ¿Qué me está enseñando este miedo? ¿O esta rabia? Solo así validamos nuestras emociones, porque nos permitimos sentirlas y por ende, las podemos ir sanando. Ser consciente de ellas, expresarlas y soltarlas. Generalmente uno quiere salir arrancando de ellas y no hacerles frente.
¿Qué esconde mis emociones?
Muchas veces la ira que sentimos, esconde pena detrás. El miedo que mostramos, oculta ira. Una de ellas se manifestará más intensamente. Lo más sano que podemos hacer, es dejar de pensar en ellas y abrirnos a sentir la emoción, como la pena o la ira. Así nos liberamos de la experiencia ocurrida. No dejamos que esté por mucho tiempo en nosotros como para dañarnos. Cuando le ponemos mucha mente a las situaciones, por ejemplo, “quién tiene la culpa de lo que pasó, no debí decir esto o hacer es otro”, es allí cuando sufrimos y nos estancamos en la emoción, provocándonos ansiedad, depresión, estados angustiosos entre otros.
El hacer esta reflexión, nos otorga comprensión y contención porque sabemos que nuestras emociones existen en ciertas condiciones y que pasarán.
Por ende, los invito a no reprimir sus emociones. Y que estas emociones, no los controlen. A escucharse más, a ser más compasivos con nosotros mismos. A que sean fieles con sus sentimientos y con lo que quieran expresar realmente. Así nos liberamos de una manera consciente y responsable, siendo honestos con nosotros mismos.
Mirémonos con más amor y ternura, que así sanaremos nuestras heridas.
Mariel Núñez
Psicóloga – Terapeuta Holística
https://www.facebook.com/biomagnetismoyreikiterapias/
http://bienestar-integral-psicologa-holistica.webnode.cl/
Instagram: @bienestarintegralterapias
Contacto: 976585726