• La competencia se llama “Carmenère al Mundo” y se viene realizando desde el 2006 en distintos valles de Chile. Una cepa casi exclusiva de nuestro país, que se ha convertido en emblemática desde que se redescubrió entre uvas de merlot chileno hace 24 años, luego de más de siglo de extinguirse en Francia.

Octubre, un mes que se pinta de colores con la primavera, pero también de carmín para recibir a este concurso que ya tiene 12 años de vida, y que premia al mejor exponente de la cepa Carmenère. La idea de crear un certamen monovarietal fue de la Asociación de Ingenieros Agrónomos Enólogos de Chile (ANIAE), quienes buscaban realzar y potenciar el nombre de esta cepa como una puerta de entrada hacia la gran diversidad de la vitivinicultura chilena.

El martes 16 de octubre comienza este evento de cuatro días, donde participarán cerca de 30 jurados nacionales e internacionales de renombre. Desde Brasil viene la máxima autoridad mundial del vino, la presidenta de la OIV, Regina Vanderlinde; su compatriota Jessica Marinzeck, reconocida sommelier; el experto consultor de vinos chino, Vincent Xu; destacados enólogos de distintas partes del mundo, además de sommeliers y periodistas especializados.

El 17 y 18 de octubre se desarrollarán las sesiones de cata a ciegas, donde los jurados no ven etiquetas ni marcas de los vinos, solo saben si el vino es puro o en mezcla y si tuvo crianza en barrica de madera. Este es un punto fundamental de este concurso, su alto nivel técnico y la objetividad a la hora de evaluar a los participantes.

El presidente del certamen es el reconocido enólogo Felipe de Solminihac, quien afirma que Carmenère al Mundo es un importante apoyo para las viñas. “Además de ser un motivo de satisfacción y estímulo para el productor, es una gran ayuda para la promoción y venta de sus vinos. El ser distinguido en un concurso único monovarietal es un paso importante en el área comercial para ese productor”.

El presidente de la ANIAE, Eugenio Lira, quien está a la cabeza del equipo organizador de este evento, explica que su principal objetivo es realzar el nombre del vino chileno. ““La Asociación hace este concurso a pulso, sin un objetivo comercial, sino más bien con la misión de dar un espacio al orgullo que sentimos al hacer vino en nuestro país. Como enólogos entendemos que Chile es más que Carmenère, pero hemos decidido usar a esta cepa como bandera para llevar el vino chileno al mundo, y que a través de ella los ojos se vuelquen a nuestra rica y extensa vitivinicultura”. 

Carmenère al Mundo 2018 finalizará el viernes 19 de octubre con una ceremonia de premiación en un lugar icónico de este valle, los jardines de la casona Echeñique, recién restaurada en noviembre pasado, donde se conocerán los mejores Carmenère de Chile.